La cultura Maya se desarrolló desde tiempos remotos en Yucatán (México) y zonas adyacentes de Mesoamérica, alcanzó su plenitud entre el siglo III y el X d.C., y produjo multitud de ciudades y centros ceremoniales con pirámides que se elevaban por encima de los más altos árboles de la selva, templos, palacios, juegos de pelota, esculturas,observatorios astronómicos, etc., así como un sistema aritmético muy avanzado, calendarios más exactos que los europeos de la época, y la escritura más desarrollada del mundo precolombino.
A partir del 900 d.C. se produce un fenómeno enigmático: las principales ciudades son abandonadas, sus moradores desaparecen y la mayoría de los asentamientos quedan despoblados y a merced de la jungla hasta el siglo XVI, en el que conquistadores y exploradores van a ir descubriendo una serie de centros ceremoniales que ya eran sitios arqueológicos para los nativos.
Para los mayas el tiempo era un fenómeno cíclico y descubrieron la existencia de períodos de transformaciones y grandes cambios, y así, p.ej., predijeron que en el solsticio de invierno del año 2012 terminaría un ciclo y se produciría la consecuente transformación en la humanidad. La cuestión es si estamos preparados para afrontar esos cambios, tal y como lo estuvieron los antiguos mayas en su momento.
Los Mayas nos transmitieron un legado espiritual que muestra el camino simbólico de autoconocimiento y superación interior así como una forma más profunda y consciente de comprender nuestro mundo. Es un sendero que nos conduce hacia las profundidades del “Mayab”, la tierra de los Mayas, nuestra tierra interior.
“Hace mucho, pero mucho tiempo, el señor Itzamná decidió crear una tierra que fuera tan hermosa que todo aquél que la conociera querría vivir allí, enamorado de su belleza. Entonces creó el Mayab, la tierra de los elegidos, y sembró en ella las más bellas flores que adornaran los caminos, creó enormes cenotes cuyas aguas cristalinas reflejaran la luz del sol y también profundas cavernas llenas de misterio.
Después, Itzamná les entregó la nueva tierra a los mayas... ”
(Leyenda Maya)
A partir del 900 d.C. se produce un fenómeno enigmático: las principales ciudades son abandonadas, sus moradores desaparecen y la mayoría de los asentamientos quedan despoblados y a merced de la jungla hasta el siglo XVI, en el que conquistadores y exploradores van a ir descubriendo una serie de centros ceremoniales que ya eran sitios arqueológicos para los nativos.
Para los mayas el tiempo era un fenómeno cíclico y descubrieron la existencia de períodos de transformaciones y grandes cambios, y así, p.ej., predijeron que en el solsticio de invierno del año 2012 terminaría un ciclo y se produciría la consecuente transformación en la humanidad. La cuestión es si estamos preparados para afrontar esos cambios, tal y como lo estuvieron los antiguos mayas en su momento.
Las enseñanzas que esa misteriosa cultura dejó plasmadas en sus leyendas, códices, tradiciones, estelas, monumentos y pirámides, incluyen mensajes y conocimientos trascendentales dirigidos a la psiquis del hombre de cualquier época y lugar.
Los Mayas nos transmitieron un legado espiritual que muestra el camino simbólico de autoconocimiento y superación interior así como una forma más profunda y consciente de comprender nuestro mundo. Es un sendero que nos conduce hacia las profundidades del “Mayab”, la tierra de los Mayas, nuestra tierra interior.
“Hace mucho, pero mucho tiempo, el señor Itzamná decidió crear una tierra que fuera tan hermosa que todo aquél que la conociera querría vivir allí, enamorado de su belleza. Entonces creó el Mayab, la tierra de los elegidos, y sembró en ella las más bellas flores que adornaran los caminos, creó enormes cenotes cuyas aguas cristalinas reflejaran la luz del sol y también profundas cavernas llenas de misterio.
(Leyenda Maya)
LIBRO ¨LOS MAYAS Y EL CONOCIENTO INTERIOR¨
Las primeras fotos de Quiriguá, Copan ... (A. Maudslay,1885)
Litografías de Frederick Catherwood (1799-1854)
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